Ahora que te quiero
alzo los ojos
contemplo el espejo oprimido
y  me derrumbo
emergen verdades adusto laberinto

Contemplo el muro, me arde esta glotonería de irrealidad, donde los ladrillos del el ego, y la vanidad uno a uno se enciman y se encastran.

¿Querías acaso la caricia de la poesía? 

¿Para qué persigues verbo dócil, inmune al grito y al desparramo de la fuente que dentro tuyo se halla?.

Hemos sido comprimidos y han humillado nuestro infinito infinito tantas veces... Que creímos ¡ciegamente! que solo un tajo, solo una hilera de voces diminutas, apenas alzadas, podrían traernos la calma.  Tras la sangre, está la gloria. 

Se equivoca la metáfora...

Agarra la poesía por el filo y córtate las manos!

Porque este fuego no arde y la sangre no clama!. Caen los muertos y no se levantan!

Inconcluso

Late el mundo bajo mis pies
en mi pecho nace un canto
soy más que palabras en papel
y una voz de antiguos pasos

Late el mundo a mis pies
en mi frente vuela el pájaro
soy

Ahora 

             el 

               silencio 

                    consume 

                                     todo

Y comienzo a sentirme 

                                                    íntimamente sola

es entonces          

               que quema

                aquel corte preciso 

sobre mi alma 

                                  Voces 

Supongo que no quedan más palabras.Te veo disolverte en el silencio, escurriéndote en mis esfuerzos de retenerte, de acercarte... Si acaso pudiera mirarte a los ojos, si pudiera pedirte con el poco descaro que me queda... "Quédate por favor, no me queda mucho que ofrecerte pero si esperas, todo germina y florece gracias al amor. Acércate y como si nada poné un poco de tu calorcito acá, cerca de mi pecho y duerme." Pero yo no poseo tal descaro y vos, y vos... No sé... Cómo todo fantasma, vivís en otras órbitas, donde yo no puedo tocarte.

Existencial

Resulta que he sido un libro abierto, de esos insoportables libros que nadie puede callar, que se leen por si solos y responden a preguntas jamás formuladas. Sucede que he mostrado mas que los demás quisieran ver... ah, he sido un libro mal trecho. He dudado de mi propia portada. Temí por peligro de caer presa de polvo y telarañas. Gota a gota mis lluvias desparraman las páginas. Pienso... cuanto vacío y a su vez cuantos nacimientos surgen en una hoja blanca.

Y me quedo sola.
Me voy quedando sola, sola.
Con esta soledad indolora, vegetativa.
Ni mi conciencia se molesta en hablar conmigo,
ella sabe ,más que nadie,
no la escucho tanto como debería.
Entonces se retira, cansada,
y en su oficina, escribe notas
que me las pasara luego
cuando sea tarde.