jueves, 14 de marzo de 2013


Para mí, mi papá era un gigante,
era un monstruo gracioso"el hombre bobo",
de cosquillas hacer si te atrapaba
con "la mano pesada"
acompañada con su ruido de bomba.
Monumental, como esas esculturas
donde no te alcanzan los ojos para mirar.
Ahora no sé, si es que mis ojos han crecido,
será la ilusión de cuando era una enanita...
Bueno, quizás mis ojos desencantados por la vida
vean todo mas pequeño, simple y desperfecto.
Pero jamas les dejo que me engañen!
porque son tus pulsos, papá, los pulsos que oigo...
del corazón camuflado de un gigante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario